ENG: After six years I returned to Chuspipata, which is located at the higher parts of the Yungas of La Paz at 3000 meter above sea level. Chuspipata is one of the recognized sourcing regions of tuquru bamboos (Aulonemia hirtula) in the Central Yungas of the Department of La Paz. My flute maker friends used to tell me that the cloud forests of Chuspipata stopped providing materials. Bamboo populations were overexploited over the last decades as Chuspipata is a very accessible sourcing site close to the city of La Paz. Six years ago, as part of my fieldwork for my PhD thesis, I went to Chuspipata in order to conduct interviews with locals and to see what happened to these specific tuquru paceño bamboos. I was told by locals in 2018 that the tuquru bamboo trade with flute makers was still very active in the first decade of twenty-first century, but that it declined successively over the years due to a scarcity of materials. Checking sourcing sites in the mountain cloud forests, I encountered decayed and decomposing populations that flowered gregariously and set seeds in early 2018. Underneath rotten culms, new seedlings were already growing, which gave me the impression of a sustainable and resilient plant population that were about to provide new mature materials within the upcoming years. I was surprised when I returned last Sunday to the same place, just to find out that not a single seedling grew into an adult plant. Instead, other Andean bamboos such as k’urkura (Chusquea sp.), which are unsuitable for making flutes as they have solid internodes, rapidly colonized the forest gap that was opened by the collective decay of tuquru bamboos. Interestingly, I found another juvenile tuquru population not far from my known site. These populations still need to grow another six years in order to provide mature materials in the future. This example shows that ecological competition over suitable locations between different Andean bamboo species sharing the same natural habitat can be a reason for shifting population dynamics and for the interrupted reproduction cycles of musical bamboos. However, I also talked again to some members of the community of Chuspipata, and they repeated what flute makers had told me six years ago. When tuquru bamboos were mature and provided good materials, locals collected culms and sold them to flute makers in order to take advantage of the additional source of economic income. Since that moment, tuquru bamboos are not reproducing anymore at known spots in the way they did in former times. Here a more sustainable collection methods must also be considered at this specific sourcing site, especially when it comes to introducing integral musical bamboo collection practices into the management plan of the nearby Cotapata National Park and Natural Area of Integrated Management.
Chuspipata in 2018








ESP: Después de seis años regresé a Chuspipata, que se encuentra en las partes altas de los Yungas de La Paz a 3000 metros sobre el nivel del mar. Chuspipata es una de las regiones reconocidas de recolección de tuquru paceño (Aulonemia hirtula) en los Yungas Centrales del Departamento de La Paz. Mis amigos luriris me contaban que los bosques nublados de Chuspipata dejaron de proveer materiales, ya que las poblaciones de tuquru fueron sobreexplotadas en las últimas décadas debido a que Chuspipata es un sitio de recolección muy accesible y cercano a la ciudad de La Paz. Hace seis años, como parte de mi trabajo de campo para mi tesis doctoral, fui a Chuspipata con el fin de realizar entrevistas con comunarios y ver qué había pasado con estos tuqurus paceños. Los lugareños me dijeron en 2018 que el comercio de tuquru con los luriris seguía vivo en la primera década del siglo XXI, pero que disminuyó sucesivamente a lo largo de los años debido a la escasez de materiales. Al revisar los lugares de recolección en los bosques nubosos en Chuspipata, encontré poblaciones en descomposición que florecieron de forma gregaria y pusieron semillas a principios de 2018. Bajo los culmos podridos ya crecían nuevas plántulas, lo que me dio la impresión de una población sostenible y resistente que probablemente proporcionará nuevos materiales maduros en los próximos años. Me sorprendió volver el domingo pasado al mismo lugar y ver que ni una sola plántula se había convertido en planta adulta. En cambio, otros bambúes andinos como la k’urkura (Chusquea sp.), que no son adecuados para fabricar flautas porque tienen entrenudos sólidos, colonizaron rápidamente el espacio forestal que se abrió por la descomposición colectiva de los tuqurus. Curiosamente, encontré otra población juvenil no lejos de mi lugar conocido. Estas poblaciones aún necesitan crecer otros seis años más para proporcionar materiales maduros en el futuro. Este ejemplo demuestra que la competencia ecológica por las localidades adecuadas entre las diferentes especies de bambúes andinos que comparten el mismo hábitat natural puede ser una de las razones de los cambios en la dinámica de las poblaciones y de la interrupción de los ciclos de reproducción de los bambúes musicales. Sin embargo, también volví a hablar con algunos miembros de la comunidad de Chuspipata y me repitieron lo que me contaron los luriris hace seis años. Cuando los tuqurusestaban maduros y proporcionaban buenos materiales, los lugareños recogían culmos y los vendían a los fabricantes de flautas para aprovechar la fuente adicional de ingresos económicos. Desde ese momento, los tuqurus ya no se reproducen en los lugares conocidos como lo hacían antes. Esto indica que también se deben considerar métodos de recolección más sostenibles en este lugar específico, especialmente cuando se quiere introducir las prácticas de recolección en el plan de manejo del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (PN y ANMI) Cotapata.
Chuspipata in 2024








